domingo, 8 de noviembre de 2020

Infografía

viernes, 19 de marzo de 2010

MAPA CONCEPTUAL CIENCIA POLÍTICA

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jueves, 18 de marzo de 2010

El Conflicto Armado, la Inseguridad social y el Avivamiento en Colombia. Una perspectiva Crítica

El avivamiento es considerado en las iglesias cristianas evangélicas como un fenómeno eclesial que va ligado al crecimiento numérico de las congregaciones. Las iglesias en el mundo implementan distintos modelos, actividades, proyectos e impactos en el campo del evangelismo para alcanzar ese avivamiento o crecimiento numérico y desarrollarse como iglesias sanas.

En América Latina podemos considerar que el crecimiento como un elemento para resaltar y que avanza cada vez avanza mas y mas, aunque algunos aseguran que es a causa del carisma que caracteriza la gente (predicador) latina y lo poco racionales y mas emocionales que son; sea cierto o no, no se puede negar que gran parte de la población latinoamericana está conociendo de Cristo y aceptándolo como señor y suficiente salvador.

Colombia no es la excepción, antes por el contrario, para muchas iglesias mundiales son el ejemplo a seguir para promover el crecimiento numérico y eventos unidos de las diferentes iglesias cristianas, evangélicas, pentecostales y muchas más que hacen parte de la sociedad religiosa del país.

En las iglesias de la ciudad de Santiago de Cali se reciben un sin número de personas que todos los domingos en las reuniones eclesiales que reconocen a Jesucristo como señor y salvador. Esto es algo muy positivo, es más, a esto se le podría agregar la experiencia de los grandes eventos en los diferentes recintos públicos de la ciudad donde se colman de personas sedientas del evangelio de Jesús. En este momento surge la inquietud o más bien la inconformidad de dos actitudes y concepciones contrarias, las cuales llevan a pensar que si estamos en “avivamiento” y muchas personas están accediendo al mensaje de salvación: ¿Por qué la sociedad es cada vez menos justa y segura? ¿Por qué los derechos humanos son más violados en una ciudad o país que demuestra un crecimiento de la iglesia cristiana tan apoteósico? ¿Cuales es papel de la iglesia frente a uno de los factores que patrocinan la inseguridad y la injusticia social: conflicto armado? ¿Es realmente avivamiento?

Por lo anterior, el siguiente escrito sugiere tratar este complejo tema en dos partes, la primera muestra un panorama de la situación del país y el trabajo de la iglesia que hasta el momento se ha realizado en pro de una ciudad más justa y segura. En la segura parte, identificar de acuerdo a la experiencia adquirida y a un proceso de análisis de resultados algunos de los aspectos que faltan para completar lo que podría ser el trabajo de una verdadera iglesia con un crecimiento sano frente uno de los factores que patrocina la inseguridad y la injusticia social: EL CONFLICTO ARMADO.

Por último, se concluirá con los desafíos que debe afrontar la iglesia Cristiana en Colombia basados en el modelo bíblico del libro de los Hechos de los Apóstoles.

SITUACION SOCIAL Y LA ACTIVIDAD DE LA IGLESIA EN COLOMBIA

Colombia tiene una crisis de violencia e inseguridad que es bastante grave; existen organismos especiales que aseguran:Varias organizaciones no gubernamentales han señalado a Colombia como uno de los países con uno de los peores resultados en materia de respeto a los derechos humanos…”[i]

Como reflejo de esta crisis social de inseguridad, la sociedad colombiana sufre las consecuencias directas e indirectas, al punto de ser considerada la “peor” en Latinoamérica en materia de seguridad,La situación de los derechos humanos en Colombia es, sin duda, la peor de América Latina. Las ejecuciones extra-judiciales, la tortura, las desapariciones, las violaciones contra niños e indígenas han alcanzado en los últimos años proporciones epidémicas. Los informes aquí presentes pretende echar un poco de luz sobre la situación tan grave…”[ii]

En el país existen unos conflictos internos que debilitan la acción de muchos organismos creados para mejorar la calidad de vida y la situación de los menos favorecidos. Ahora, si es de mencionar las causas que patrocinan y proporcionan elementos importantes para que la sociedad Colombiana este en ese constante decaimiento, habría la necesidad de retomar la lucha del CONFLICTO ARMADO, SOCIAL Y POLITICO DE COLOMBIA.

Se entiende que existen varios factores que propagan la injusticia y la inseguridad en Colombia, pero el presente escrito abarcara única y exclusivamente el CONFLICO ARMADO.

En un principio, este conflicto operaba en las zonas rurales de Colombia, pero en la medida que pasa el tiempo y en la medida en que estos movimientos tomaron fuerza en la población civil, específicamente en la juventud, se fue trasladando a las grandes ciudades y con acciones terroristas por la lucha de los poderes.

Muchos de los jóvenes de los barrios bajos de Colombia, especialmente de Cali y Medellín, accedieron a las ofertas cuantiosas en económicamente hablando a cambio de la libertad o vida de personas, familias, amigos, políticos, líderes comunales, etc.

Se considera el CONFLICTO ARMADO como unos de esos factores que fueron trasformando a las ciudades grandes en “cárceles gigantescas” donde la ley del más fuerte es la que prevalece.

Por otra parte tenemos la poca inversión del estado a la seguridad social aun que hay que aclarar dos aspectos: el primero es SEGURIDAD SOCIAL: patrocinio e inversión en salud, vivienda, educación y proyectos que favorezcan la sociedad. El segundo es LA POLITICA DE SEGURIDAD SOCIAL del actual presidente Sr. Álvaro Uribe Vélez: manifestada en el aporte a la guerra o el fortalecimiento a la fuerza publica.

Muchos consideran este último con la respuesta a las represarías terroristas de los grupos al margen de la ley pero desconocen el principio bíblico de “lo que siembran eso también recogen”.

Este segundo aspecto ha traído como resultado la muerte de muchos de los personajes claves de la contraparte y el desmantelamiento de los planes y operaciones de estos grupos pero se desconoce que aun siguen habiendo victimas y a pesar de que caigan estos insurgentes, la situación sigue siendo la misma o hasta peor.

Bajo este panorama, se hace necesario la labor de la iglesia como gestora de paz y de posibilidades con un trabajo conjunto de evangelismo y acción, pensado para los adolecentes y jóvenes, desplazados, madres solteras cabeza de hogar, niños desamparados y gestión para crear empresa, de esta manera se abriría una posible luz en el camino del destino de Colombia.

Como ya es sabido, ni los grupos al margen de la ley, ni el estado Colombiano pueden mejorar esta situación. La iglesia debe pronunciarse frente a los hechos contrarios al propósito divino ya que si guarda silencio es casi culpable y cómplice de los muchos casos de abusos o injusticias debido a que es una institución social de alto grado de influencia, tal como lo expresa el investigador de Ciencias Humanas y defensor de los derechos humanos, Iván Cepeda Castro: “ …No obstante, dada la magnitud de estas formas de violencia extrema y de sus repercusiones devastadoras, todas las instituciones sociales -especialmente aquellas de alto grado de influencia en el espacio público- requieren adoptar una posición e interrogarse sobre su papel en el proceso de erradicación de dichos crímenes y su impunidad. De no asumir esta actitud, coherente con el respeto de los derechos fundamentales, tales instituciones y sus miembros tienen grados de responsabilidad variable en la violencia generalizada; responsabilidad que tiene aspectos políticos y éticos, pero que puede alcanzar connotaciones penales dependiendo del nivel de participación, anuencia o colaboración en los períodos de regímenes autoritarios o de guerra. Si poseen amplias competencias y facultades, las comisiones de verdad y justicia contribuyen a esclarecer estos diversos niveles de responsabilidad…”[iii]

Con todo lo anteriormente mencionado, no se puede negar la obra tan importante que en los diferentes escenarios ha desarrollado la iglesia en Colombia, muchos de ellos han sido reconocidos por medios de comunicación quienes resaltan la labor en pro de los derechos humanos:

La Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO) preocupada con la crisis de derechos humanos generada entre muchos factores por la rampante injusticia social, por la impunidad estatal, por el conflicto armado interno y por las políticas económicas que lesionan al país, manifiesta su rechazo… “ [iv]

Colombia, (alc / NoticiaCristiana.com) El domingo 30 de enero, las congregaciones evangélicas de la capital colombiana desarrollaron una jornada de Medidas de seguridad y prudencia.
La actividad contó con el apoyo del Centro Cristiano para la Justicia, Paz y Acción (JUSTAPAZ) de la iglesia Menonita de Colombia y de la organización humanitaria Visión Mundial. Más de 25 delegados de varias regiones del país de la Comisión de Restauración Vida y Paz (CRVP) y del Consejo Evangélico de Colombia (CEDECOL) se dieron cita para elaborar estrategias y medidas de seguridad en las iglesias cristianas para afrontar la violencia que vive la nación…
[v]

Vale la pena resaltar que en esta última convocatoria se llagaron a tener conclusiones muy importantes para la labor en la sociedad y la unidad dentro de las mismas instituciones religiosas.

UN ANALISIS HACIA EL MEJORAMIENTO

La problemática de la inseguridad social en Colombia supero los entes gubernamentales ya que con los sorprendentes escándalos por las numerosas alianzas entre las partes, la población civil no sabe en quien creer y a quien seguir. Esta situación provee un espacio muy importante para que la iglesia cristiana lo aproveche y se pronuncie.

Parece ser que la iglesia es una de las candidatas para ocupar esos espacios de liderazgo público, no con la conformación de partidos sino mas bien con la dirección de procesos de paz que radiquen en la construcción de una sociedad más justa y segura.

La población acude continuamente los domingos y a cuanta reunión se programa dentro de las iglesias; esto hace notar el poder de convocatoria que tienen estas instituciones religiosas. Ahora; que algunos a este hecho llamen avivamiento, es otro tema, pero lo que sí es verdad y se puede evidenciar, es que la gente puede estar acudiendo a estas celebraciones por que tiene algo distinto a los que diariamente se ve.

Suponiendo que la iglesia esta proveyendo de paz para su comunidad por la palabra de Dios (aun que se debe aclarar que no todos los asistentes a ella están por un compromiso verdadero sino mas bien por el milagro) faltaría un porcentaje muy grande de población que necesita recibir esa paz y por lo tanto su tarea es buscarlos afuera.

Bajo esta perspectiva se podría pensar en el impacto de la iglesia cristiana frente a uno de los muchos factores de patrocina la inseguridad y la injusticia social en Colombia: EL CONFLITO ARMADO.

La iglesia Católica ha incursionado muy fuertemente en este aspecto, liderando los procesos y mediando entre las partes, aun que hay quienes desprestigian este trabajo valioso y agregando sus intereses particulares, no se puede comparar al “tímido” trabajo de la Iglesia cristiana en la articulación de respuestas y mediación para lograr la sociedad segura y justa.

Es indispensable que el trabajo de la iglesia cristiana se proyecte hacia este campo del conflicto armado y su mediación. Por eso se debe aprovechar ese poder de convocatoria para que respaldados los excelentes proyectos que tenga la iglesia den los resultados que tanto se esperan.

La iglesia en Colombia debe de tomar su papel y su rol y no ser como quien se sienta en el balcón pensando: en su solo bienestar y lo demás no importa; el llamado esta en sentir y vivir la realidad de un país que sufre la inseguridad y la injusticia social constantemente.

Por eso:

¡NO MAS¡ a los intereses particulares de los pastores y lideres.

¡NO MAS¡ a la mirada fría de y sin acción de una realidad de inseguridad e injusticia.

¡NO MAS¡ a las oraciones sin acciones.

¡NO MAS¡ a las acciones terroristas.

¡NO MAS¡ a las alianzas deshonestas de los organismos gubernamentales.

¡NO MAS¡ a las actitudes contrarias a los derechos humanos.

A este punto se hace necesario que volvamos y recordemos al modelo bíblico, el de la iglesia primitiva:

Para esto se necesitan cuatro aspectos fundamentales:

1. LA UNIDAD DE LA IGLESIA EN COLOMBIA. (Hechos 2:44)

2. LA PLANEACION Y EL DESARROLLO DE PROYECTOS PARA LA MEDIACION DEL CONFLICTO ARMADO. (comisionan a Pablo para la predicación a otros lugares).

3. PERSONAL CAPACITADO Y EJEMPLAR PARA LIDERAR DICHOS PROYECTOS. (Hechos 6:2)

4. LA CONSTACIA EN LA ORACION.(Hechos 3:46-47)

Referente a estos cuatro aspectos, la iglesia cristiana debe en un principio hacer su manifiesto de rechazo a las acciones terroristas de estos grupos al margen de la ley y a los diferentes abusos de los poderes públicos quienes generan la inseguridad y la injusticia.

Además de estos desafíos, la vivencia de un evangelio (no tan solo de palabras) que trasforma por el hecho de conocer sus frutos en la vida de la comunidad eclesial. Una comunidad que experimenta constantemente a través de las enseñanzas de su Señor el verdadero sentido de vida y no deja de lado la responsabilidad que se le otorgo a las meras predicaciones de pulpito, tal como lo expresa el Sr. Freddy Guerrero: Las iglesias hemos hecho de la “Gran comisión” la “Gran Omisión”. Específicamente omisión en tanto reducción de la evangelización a una tarea oral y proselitista; y no testimonial y transformadora de la sociedad[vi]

Un ultimo desafío podría ser la construcción y desarrollo de una pastoral y un trabajo especifico orientado hacia los niños, adolecentes y jóvenes de nuestras iglesias para sembrar en ellos la semilla que cambiara generaciones. Esto implicaría un cambio en la estructura de clases para los niños en la iglesia y el involucramiento en dicha estructuración de cada padre y madre de familia que confía sus hijos a estos orientadores dominicales.

Expuestos estos cuatro aspectos de un verdadero e histórico avivamiento, se deja a juicio a cada uno de los lectores de este escrito si lo que realmente sucede en Colombia es o no Avivamiento.



[iii] Tomado de la pagina web: http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/cepeda1.html

[v] Tomado de la pagina web: www.noticiacristiana.com/news/newDetails.php?idnew=6102&country=0

[vi] GUERRO, Freddy fariño. Orientaciones para una pastoral contemporánea. Temas no resueltos. Ed. FLET.

Quito-Ecuador. 2006. Pag. 32.

LOS MEDIOS Y LA CULTURA DE PAZ FRENTE A LAS NUEVAS GENERACIONES

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LOS MEDIOS Y LA CULTURA DE PAZ FRENTE A LAS NUEVAS GENERACIONES

Es una verdad absoluta considerar que los medios de comunicación –en cualquiera de sus formas- son de vital importancia a la hora de pensar en la difusión y articulación de realidades mundiales, nacionales y locales. Su poder es realmente impactante y efectivo ya que de alguna manera logra captar la atención de cualquier público sin importar la edad o sexo, estrato social, etc.
Las diferentes modas y culturas existentes, utilizan los diversos espacios que los medios publicitarios otorgan para conservar, promocionar y sostener sus costumbres, éticas de vida, dogmas, etc. Prueba de ello, es la gran oleada de costumbres provenientes de diferentes lugares en el mundo y que son tan aceptas en otros lugares a un grado preponderante.
El taichí, las ideologías orientales y un sin número de  formas de vida son adsorbidos por una cultura postmoderna globalizada y sedienta de una identidad perdida ya que sus vacíos son enormes y por tal motivo, cualquier moda calza muy bien dentro de su “nueva identidad”.
Hoy se habla de “La cultura de la violencia” -un concepto bastante contradictorio pero que si se asume, revela la gravedad de una sociedad desvalorizada y en caída perpendicular y sin remedio- como una expresión que trata de resumir esa falsa identidad que –sin negarlo- durante mucho tiempo se ha trabajado desde los juegos de los infantes hasta el “ideal patriótico” en las edades siguientes; promoviendo de alguna manera la cadena de costumbres que definen una cultura, y lamentablemente, una cultura violenta.
Los juegos de video, las películas de Hollywood, los personajes más apetecidos de dicho medio, se constituyen en los enfoque de formación infantil y generacional de la sociedad venidera.
Por todo lo anterior, mi sueño va dirigido hacia el aporte a la cultura de paz desde los medio de comunicación. Específicamente, en el desarrollo de un espacio televisivo, radial o de una página web con una excelente difusión promoción en donde se incentiven los valores éticos y morales que alguna vez formaron parte de la sociedad perdida pero ansiosa de esa identidad que algún día tuvo.
Por muchos años se pensó que los agente protagónicos de esta tarea tan especial era la Iglesia; pero a decir verdad, no existe algo más aburrido en la televisión o en la radio que ver la imagen de un sacerdote, pastor, o el que sea, promocionando su devoción para ganar adeptos y no para brindar espacios de paz en medio de las franjas televisivas.
Dicho espacio radial estaría planificado para una duración de una hora –inicialmente- en donde se desarrollarían temáticas claras y contundentes que promuevan ciertos sentimientos para que los oyentes puedan tener la confianza de desahogarse y recibir – a través de la músico-terapia y dado el caso, asesoría jurídica, psicológica, sociales, etc- una buena respuesta para afrontar sus crisis de la manera más adecuada y sin dejar de lado, las diferentes formas para resolver los conflictos a partir de las experiencias vividas de los mismos oyentes.
He pensado en ello, debido a que nuestra sociedad está buscando algo o alguien que la escuche y por este motivo, los chats desde los celulares de última tecnología, el espacio cibernético y demás circunstancias, son las salidas más concurridas de muchos de los niños y jóvenes que marcan las directrices de esta sociedad que se ha dejado llamar violenta.
La conformación de redes a partir de un poder tan ofensivo o defensivo como lo son los medios de comunicación pueden ser un buen modelo que ha de probarse para considerara sus resultados pero sin ser tan optimista, podría apostar a una idea como esta.
La prohibición de esquemas religiosos o de  alguna índole será el derrotero de esta propuesta ya que se ha comprobado que las respuestas a las crisis no radican en las diferentes ideologías recibidas sino desde el interior del individuo afectado. Estos espacios proporcionarían los medios suficientes para la conformación de una cultura más de escucha que de habla, más de conexión que división, más humano y menos cibernético (individualista).
Algunos expertos afirman que nuestra sociedad Caleña y hasta Colombiana pertenece a ese número de personas que tiene como cultura la violencia pero a través de este sueño, pienso revocar esta idea por la idea de la necesidad que tiene todo ser humano de ser escuchado para recibir la asesoría correcta desde la perspectiva holística. Para ello, me parece de vital importancia contar con un grupo interdisciplinario capaz y bien estructurado que desafíe una cultura con una cantidad de problemáticas pero que en definitiva, ella misma tiene las respuestas.
Ciencias como la psicología, sociología, el derecho, la comunicación social, la filosofía y demás, deben articularse para la conformación optima de un proyecto que no tan solo pretende curar, sino también prevenir.